Otra imagen del mismo proyecto. En este caso quise darle al teléfono más protagonismo. Así daba a la historia un contexto concreto, el actual, convirtiendo a Caperucita en una pre-adolescente al uso que se fotografía ante la incredulidad del lobo. En lo gráfico usé una armonía de complementarios. Al ser el concurso en Italia me pareció oportuno pintar un paisaje toscano, con cipreses y todo. La Boca de la Verdad es una licencia. Acrílico, acuarela y lápices de color.